Actualmente es necesario llevar las cuentas de las diferentes interacciones que se dan entre los múltiples sectores económicos y el medio ambiente. ¿Por qué llevar las cuentas de esas interacciones? Los graves problemas de índole ambiental y una concienciación de un grueso de la población mundial sobre la forma en que repercuten esos problemas, son bases fundamentales para que las cuentas ambientales estén en la agenda económica de los países.

Por lo general, las cuentas nacionales de carácter convencional han sido una herramienta útil para analizar y evaluar el funcionamiento y el crecimiento de la economía de un país, pero actualmente también es prioritario analizar de forma muy detallada la sostenibilidad, el crecimiento y el desarrollo y conocer el alcance y la cobertura de la contabilidad económica, donde se refleje la forma cómo se utilizan los activos de carácter natural que no son comercializados, las pérdidas de ingresos producto del agotamiento y degradación de los recursos naturales, como parte del capital natural de cada nación.

El desarrollo sostenible considera varias dimensiones y, entre ellas se destacan para el caso, la dimensión económica y la dimensión ecológica, las mismas que son indispensables en las cuentas nacionales para determinar cómo se utilizan los activos de tipo natural